Esta querida escuela que fue fundada en el corazón del barrio Samore ahí, cuando andabamos cambiando de siglo, vino a abrir aulas secundarias para las y los chicos que necesitaban seguir formándose. En todos estos años se han tejido historias de sacrificio, de alegría, de primeros amores entrelazadas con recreos, pruebas, aprendiendo. Una escuela inclusiva, si las hay. Saludamos a la comunidad educativa y deseamos que siga creciendo, desplegando abrazos para alojar a las adolescencias del barrio.
El pasado viernes 25 de octubre, en un emotivo acto, la Escuela de Educación Secundaria N° 21 celebró sus 25 años de historia. El evento contó con la distinguida presencia del intendente municipal, Dr. Gustavo Menéndez, la inspectora de educación secundaria, Sandra Tapia, la consejera escolar, Noelia Delgado, y la secretaria de cultura, educación, deportes y recreación del municipio de Merlo, Silvana Zahana. Además, representando al Inspector Jefe Distrital, acompañó la secretaria de la Jefatura Distrital, María Cecilia Fusaro.
Este momento tan especial reunió a ex docentes, ex alumnos, y a toda la comunidad educativa de la EES N° 21, quienes recordaron y celebraron juntos el camino recorrido durante estos 25 años al servicio de la educación.
¡Felicitaciones a la EES N° 21 por sus Bodas de Plata y por su compromiso con la formación de futuras generaciones!
Miramos el mundo, la vida, desde el lugar donde nacimos, desde lo que nos enseñaron, desde nuestras creencias. Existen miradas diversas que se plasman en las culturas que abrazan todo. Sin culturas no hay identidad y sin identidad se pierde el sentido de la existencia. Quienes caminamos esta porción de territorio -que era habitado por naciones que la poblaban antes de la cruel conquista europea- hemos sido antes o después migrantes de barco o tren. Somos un pueblo colorido, y esa diversidad nos enriquece.
Hace cincuenta años se la llevaron. María del Carmen Baldi, 29 años, maestra en la primaria 13 y otras tantas de Merlo. Nombrarla, rendirle homenajes remueve los tizones de la memoria y cuando el fuego se enciende surge su recuerdo. La ceremonia colectiva emociona, conmueve como ocurrió ayer en su escuela cuando su nombre recorrió los rincones del patio y las aulas en medio de abrazos amorosos y de discursos necesarios. María del Carmen está presente, ahora y siempre.
Parece que allá lejos en el tiempo, pero muy acá, llegó desde el otro lado del mar un muchacho, Francisco, que pronto se hizo escribano público y de gobierno de la capital de la provincia, y también se hizo de buenos amigos. Eran los mil setecientos y mucha gente llegaba desde España a estas tierras. Francisco de Merlo adquirió con la herencia que le dejó un amigo, esta porción de territorio de la pampa ondulada, de buenas tierras para criar animales y cosechar cereales, forrajes. Así llegaron labradores con sus familias a trabajar la tierra, algunos eran pequeños propietarios, otros -la mayoría- se empleaban en estancias o chacras. Algunos de los primeros pobladores fueron Francisco de Leiba, Andrés Benítez, Bartolomé Pereira (de las esposas no se conocen los nombres) y vivían en el pueblito en 1742, cuando empezaron a proyectar la fundación. Ya tenían una escuela, una iglesia y en 1755, el 28 de agosto se fundó la VILLA DE SAN ANTONIO DEL CAMINO. Ese fue el primer nombre de Merlo. Unos años después se instaló un hospicio que era atendido por los religiosos mercedarios que habían heredado gran parte del territorio. En tiempos de los primeros gobiernos provinciales por 1820, los religiosos ya no estaban y las tierras pasaron a manos del estado, que después las alquiló. Alguien quiso comprarlas y se hizo todo lo posible por salvar el pueblito inicial, el de los días de la fundación cuando don Francisco les había donado las tierras a los primeros pobladores. A fines de 1850 se refunda Merlo, se inicia la construcción del recorrido del ferrocarril, y los apellidos de nuestras calles actuales empiezan a resonar, Pedro Benoit diseñó la traza del pueblo (alrededor de donde estaban la antigua capilla y el hospicio) la nueva Iglesia de La Merced y el edificio de la escuela n° 1; Manuela de Pearson donó los terrenos para construir la estación del tren. Juan Dillón fue el primer presidente municipal en 1865 cuando se creó el partido de Merlo (que ocurrió en 1864). En 1870 llegaron muchas familias a instalarse cuando Buenos Aires se enfermó de fiebre amarilla. No teníamos hospital ni médicos, entonces los Lagomarsino donaron el terreno para construir el hospital municipal. A fines del siglo XIX comenzaron a asentarse inmigrantes que trajeron sus aportes culturales, confesiones religiosas, sus valores. Este material fue extraído de lo escrito por una estudiosa de la historia de Merlo, la museóloga Wanda Frachia, perteneciente al área de cultura de la Municipalidad de Merlo y queremos agradecerle su generosidad y afecto.
Este fragmento muy breve da cuenta de cómo se inició allá lejos en el tiempo, la historia de este pueblo que nos aloja. Antes de la llegada de Francisco de Merlo, el territorio de lo que hoy es la provincia de Buenos Aires había empezado a dividirse para tomar posesión de este, desplazando a los pueblos originarios que lo habitaban. Reconocemos el valor de quienes se aventuraron a instalarse en tierras aptas para ser trabajadas, pero en condiciones de vida durísimas: los labradores, sus familias, las personas esclavizadas que trabajaban la tierra para los dueños de las estancias, los pequeños propietarios… Porque iniciaron una identidad propia, la de las y los merlenses. De esas familias conocemos poco, tampoco sabemos si sus descendientes se quedaron por acá. Somos muchos más los que llegamos después, algunos en barcos, muchos más en trenes. Nos hemos asentado aquí y doscientos sesenta y nueve años después, les rendimos homenaje a los primeros pobladores, por su valentía, por su sacrificio, por su esperanza.
«Este 20 de agosto es también un día de las memorias. Las aprendidas y las que sembramos en el corazón de cada niñita o niñito de la escuela primaria 72 del Bo. San Eduardo hoy con una clase magistral de historia que nos han brindado las y los estudiantes del segundo ciclo. Ser jurado de esas exposiciones es un lujo que nos conceden a pocos y celebro estas iniciativas tan creativas. Chicxs y grandes repasaron ida y vuelta detalles de las vidas de nuestros padres de la patria, Belgrano, Güemes y San Martin. Me lleno de esperanza cuando asisto a estas propuestas que entusiasman, que construyen ciudadanía con memoria histórica.»
Hugo Rosá, inspector Jefe Distrital, junto con a los referentes de Merlo Literario y Memoria e Identidad; y con la presencia de la IE Verónica Ramírez, nos cuentan en este nuevo streaming acerca de PIES (Propuesta de Identidad para Escuelas Secundarias)
Mientras en el mundo se diseñaba la vacuna antipolio, ocurría el mundial de futbol en Suiza, cuando moría Frida Kahlo, en nuestro país se promovía la industrialización, nacían como provincias Chubut, Misiones, Chaco…en Merlo, se empezaba a poblar el Parque San Martin, llegaban muchas familias a este lugar provenientes de las provincias y no había aulas suficientes. Era 1954 y se hizo necesario crear esta querida escuela que se llenó de delantales blancos, de campanadas de recreo, de maestras que se esforzaron por llevarla adelante, la número 12 del distrito. Se que habrán soñado con este festejo, con esta alegría, estas emociones que surgieron en el cumpleaños número setenta. Recordemos a las pioneras: Dora, Norma, Olga, Ines, Teresa,M. Ines, Vilma, Pilar, Beatriz, Marta, Susana, Yolanda y Angela, que iniciaron este camino, abracemos a toda la comunidad educativa en este Feliz cumpleaños!
Es agosto, mes de la Pachamama. Muchxs de quienes vivimos en el Conurbano bonaerense tenemos nuestra raíz en las provincias del norte, en los pueblos andinos. Revolver la memoria, traer al presente la herencia es un acto pedagógico y político. Porque compartimos en la reciprocidad el saber de quienes nos precedieron y alzamos la voz en defensa de los derechos de los pueblos indígenas de lo que hoy es nuestro país. En Ferrari con la EEPA n°704 hoy hicimos ritualito de corpachada para la Pachamama, para agradecer sus frutos, para comprometernos a protegerla.
Inicia agosto, tiempo de agradecer los alimentos recibidos y de celebrar a la madre Tierra, la Pachamamita para pedirle que siga siendo pródiga con todos los seres que la habitamos. Tiempo de reflexionar cómo la protegemos.
Memoria e Identidad. Jefatura distrital de educación de Merlo.