Todo está guardado en la memoria y es una tarea colectiva remover los tizones para encender el fuego y arrimarnos a compartir lo que guardamos, lo que sabemos y lo que nos falta saber. Como escuela llevamos ese faro, la memoria para fortalecer la identidad como pueblo. Hace cuarenta y nueve años nos arrancaron la democracia y nos desaparecieron una generación. Merlo escribe desde hace unos años capítulos de esa memoria reciente, cargados de emoción y verdad histórica para transmitir el legado hasta que la memoria sea completa, hasta que nos digan adónde están todos y todas los que nos faltan.















