Tenemos el agrado de difundir el 1er puesto del certamen Merlo Literario 2024 cuya temática fue identidad, se trata de una narrativa escrita por Madelaine Sofia Berrios Pareja. Ella es alumna de la Escuela Técnica 2 y cursante de 4to año. Además, en esta edición de la mano de los veteranos de Malvinas, se entregaron trofeos de reconocimiento: el Merlo Literario de oro, de plata y de bronce. La producción que compartimos al final de esta publicación fue la gran ganadora del Merlo Literario de oro.







También esta producción además de conmover al distrito de Merlo impactó en el medio boliviano Opinión.

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¿De dónde sos?
«¿De dónde sos?», «Tu acento es raro…», «Sos peruana, ¿verdad?». Esas frases, aunque no tan comunes, son fáciles de escuchar en el día a día.
Ya no me molesta escucharlo, la respuesta a cada una es un simple: «Soy argentina… Mis viejos son de Bolivia…» A veces incluso presumo un poco de la cultura heredada que vivo en casa junto a mi hermanito, también argentino.
La gente se confunde fácil, lo que es molesto, ¿Es tan difícil entender que mi DNI dice y siempre dirá que soy argentina? Esa es mi nacionalidad legalmente.
Pero a veces me pregunto: ¿Qué respondería mi hermano?
Ni siquiera va al jardín aún, todavía no ha escuchado la mala pronunciación de su apellido, ni ha tenido que aclarar hasta el cansancio que es argentino.
Y a la vez recuerdo cuando me preguntaba a mí misma: ¿De dónde soy? ¿Soy boliviana o argentina? Nunca llegué a una respuesta convincente para mí pequeña «Yo» de siete años, y con el tiempo lo fui olvidando hasta que ahora, años después, vuelve a ser una pregunta que no me deja dormir.
¿Soy argentina? ¿Soy boliviana? Depende de qué defina la nacionalidad de una persona.
Por una parte, siempre viví en Argentina. Siempre disfruté de las facturas, el dulce de leche y crema pastelera, el mate con buñuelos o pastelitos. También disfrutaba los feriados de fechas patrias, y participaba de los actos de los días de la bandera, de la independencia, de la escarapela, y demás.
También disfruto mucho del fútbol. Se me eriza la piel al escuchar el mejor himno del mundo, y no puedo evitar el querer gritar los goles que hace mi selección.
Por otra parte, me encanta la morenada, el tinkus, entre otros géneros musicales bolivianos, y crecí con las canciones de Los Kjarkas en los momentos especiales de mi vida.
Además, la comida boliviana me encanta. Desde lo más simple, como el pique, hasta los sabores a infancia y familia que transmiten la sopa de maní, el silpancho o el picante de pollo.
Además, los paisajes de los cerros y las luces nocturnas que las iluminan son algo que, aunque sea por el factor infancia, me encanta y no puedo evitar recordar cuando quiero despejarme de las cosas.
Entonces vuelve la pregunta: ¿De dónde soy? Aunque ahora me parece mejor preguntarme: ¿De dónde me siento? Pues la respuesta a la primera pregunta es un simple «Soy argentina legalmente.»
Pensándolo bien, creo que no hay una respuesta correcta. Después de todo, por más que no quiera aceptarlo, no encajo totalmente en ninguna de las nacionalidades. Pues en Argentina soy «hija de bolivianos» y en Bolivia soy «gauchita». Además, cuando era chiquita me sentía más boliviana que argentina, y ahora es al revés.
Al final del día creo que solo somos (Estoy incluyendo a mi hermano en esto) como unos buñuelos: Tan argentinos como bolivianos.